Post invitado: Nómada de Mudanza. Cinco años han pasado desde mis primeras prácticas Erasmus+ en el extranjero, cinco, que se dice pronto, pero mucho ha llovido desde entonces.

Muchas nuevas experiencias, muchos nuevos amigos, tres experiencias más en el extranjero (Londres, Bruselas, París). En definitiva, muchos sitios nuevos y muchas aventuras que han merecido, sin duda, la pena. ¿No te tienta la posibilidad de conseguir una beca e irte a ganar experiencia y mejorar tu CV en cualquier otra parte del mundo? ¿Te suena la beca Leonardo Da Vinci?

Bye, bye Leonardo Da Vinci

¡Atención! Todo el mundo está muy confuso con la desaparición de las becas Leonardo Da Vinci de prácticas en el extranjero, pero, en realidad, no han desaparecido, se han transformado. La becas Leonardo Da Vinci formaban parte de un programa europeo llamado ‘The Lifelong Learning Programme (LLP)’, que también englobaba otras becas como las becas Erasmus o las becas Comenius para colegios.

Este programa se creó para promover experiencias de aprendizaje como prácticas o estancias en otras universidades y funcionó, con este nombre, hasta 2013. En 2014 se convirtió en el ‘Erasmus+ programme’ que, en principio, se desarrollará hasta 2020. Ahora el enfoque esta siempre mas en prácticas en empresas.

Las prácticas Erasmus+ para la movilidad en Europa

La Comisión Europea, donde he tenido la oportunidad de trabajar con una beca (¿quieres saber cómo?), trata de plantearse nuevos objetivos cada cierto tiempo, a corto y a largo plazo, con el fin de impulsar el empleo y el crecimiento en Europa. Por eso, el Erasmus+ busca preparar a sus beneficiarios para los trabajos presentes y futuros, porque el mundo laboral está en constante evolución.

Este programa Erasmus Plus cuenta con 6 subprogramas y dependiendo de tu edad, de tus intereses o de tus aspiraciones te interesará más un programa u otro. ¿Tú por cuál te decantas?

¡Ojo! Ahora Erasmus+ lo engloba todo: nuestro Erasmus de toda la vida + las prácticas en el extranjero. Puedes hacer ambas cosas durante el mismo curso académico, PERO en total no puede sobrepasar los 12 meses y no pueden ser simultáneos.

La duración mínima es de 2 meses

Erasmus+ Prácticas ofrece la oportunidad de acceder al mercado laboral europeo aportándote una visión global de Europa y haciéndote descubrir nuevas maneras de trabajar y nuevas culturas.

Sin duda, un Erasmus+ en tu CV será un valor añadido, reflejando iniciativa y valentía, porque, aunque no te lo creas, no todo el mundo se atreve a coger las maletas e irse al extranjero, y sobre todo, reflejando esa movilidad que las empresas tanto aprecian.

Requisitos del Erasmus Plus

  • Debes ser nacional de uno de los países participantes en el programa.
  • Debes estar matriculado en una universidad y como mucho, puede haber pasado un año desde tu graduación.
  • Necesitas, al menos, 60 créditos aprobados.
  • Si ya has vivido un Erasmus, ya sea de prácticas o de estudios, no puedes superar el máximo de 12 meses por ciclo de estudios o de 24 para las titulaciones que conducen a un doctorado.
  • Nivel lingüístico: un B2 para inglés y un B1 para el resto de idiomas.
  • Ser seleccionado por una empresa para realizar las prácticas.

Para más información sobre los requisitos haz clic en este enlace.

Para conseguir unas prácticas Erasmus+ no te piden que seas un genio, como ya nos lo dijo Diana. Sólo necesitas intentarlo, ¿por qué no? ¡Mira los requisitos!

¿Los cumples? Vale, ya sé, ¿te falta inglés? Pues ponte las pilas, ¡empieza ya! No es una excusa, el inglés se aprende o incluso puedes conseguir una beca exclusivamente para aprender inglés y acelerar el proceso de aprendizaje. Ya puestos…¿por qué no intentarlo?

Y para hacer más fácil tu proceso de búsqueda, utiliza esta app que ha creado Diana para IoS o Android y que reúne el mayor número de becas para personas de habla hispana.

Consejos prácticopara conseguir las prácticas Erasmus+

 

1. Motivación

¡Lo más importante! Y me imagino que te sobra, así que ¡demuéstralo!

Si tienes que escribir una carta de motivación empápala de ganas de aprender, de hacer cosas, de vivir…y en la entrevista, ¡dilo!: ¡TE VAS A COMER EL MUNDO! No estoy diciendo que digas que sí a todo, tienes derecho a poner ‘tus normas’ hasta cierto punto, a decir tus intereses, en qué quieres trabajar, qué países te interesan más, qué tipo de empresa…, pero arguméntalo.

No me vale un ‘a Polonia no quiero ir porque hace frío’. ¡Seamos sensatos!

2. Adapta tu currículum

¿A dónde quieres llegar? ¿Cuál es tu meta? Piénsalo y adapta tu currículum para facilitar el camino. No, no mientas. No se trata de eso, ya que, como todos ya sabemos a estas alturas, se pilla antes a un mentiroso que a un cojo.

Lo que sí puedes hacer es destacar experiencias que vayan a apoyar tus preferencias, ‘esconder’ un poco lo que no te guste y además, puede ser un buen ejercicio de autoanálisis para darte cuenta de en qué puedes mejorar.

3. Otras experiencias

¿Has hecho Erasmus Estudios o un curso de inglés en Dublin?

¿Has participado como voluntario en la ONG de tu barrio? ¡

Todo cuenta! Piensa que tienes que destacar y distinguirte entre muchos BUENOS candidatos que también querrán vivir esta experiencia. ¡Tenlo siempre en mente!

4. Aprende idiomas

No nos engañemos, los idiomas son el requisito fundamental de nuestros tiempos.

Sí, esta oportunidad puede que te permita mejorar un idioma, pero tienes que tener MUY claro que no es el principal objetivo. ¿Cuál es el principal objetivo?: ganar experiencia profesional de calidad y para ello cuanto mejores sean tus capacidades lingüísticas, mejores serán tus habilidades de trabajo.

Por lo tanto, ¡empieza ya! Haz un curso presencial, online, apúntate a Duolinguo, escucha Real Life English o búscate un language Exchange, pero no dejes para mañana lo que puedes hacer hoy, porque como dice Diana: ‘Invierte en ti, aprende inglés’.

5. Utiliza tus redes sociales

Otro pilar de nuestro siglo, ¡las redes sociales!

Sí, sí, ya me lo imagino, tienes tu Facebook bien actualizado con fotos festivaleras con tus amigos o tu Twitter criticando el reality de turno. Ha llegado la hora de cambiar.

Sí, sería ingenuo pensar que un reclutador no fuera a googlear tu nombre. ¡Hazlo! Ponte en sus zapatos, ¿te gusta lo que ves? Revisa la privacidad de tus redes sociales, cámbiate el ‘username’ o haz limpieza (es lo más recomendable).

Además, si no estás en Linkedin, reserva una tarde de esta semana para crear tu perfil de Linkedin y ¡mantenlo actualizado!

Mi experiencia: 3 meses y 3 semanas de prácticas Erasmus+ en Viena (Austria)

Acabé la carrera como Erasmus en Francia en 2010 y allá por 2011 me decidí a vivir de nuevo una experiencia en el extranjero y solicité la beca Leonardo DaVinci a través de mi universidad.

No recuerdo que me pidieran nada del otro mundo. Lo de siempre: expediente académico, CV, carta de motivación, empadronamiento… Todo eso sólo para la primera criba.

Recuerdo la entrevista como si fuera ayer. Desde entonces he ganado mucho callo en este tipo de entrevistas, ¡practicando se aprende!, pero ese día estaba nerviosilla.

La entrevista fue mitad en español, mitad en inglés. No necesitan un bilingüe, más bien buscan a alguien con el suficiente valor de hacerse entender. Por aquel entonces mi francés era muy bueno, pero mi inglés intermedio y aún así, no tuve ninguna dificultad para hacer frente a las tres o cuatro preguntas que me hicieron en inglés. Sólo quieren ver que serás capaz de sobrevivir en otro idioma.

La espera fue lo peor, como siempre, pero el día llegó y salió la lista de seleccionados y ahí estaba yo. Hice la entrevista sin saber el destino, porque la universidad se encargaba de buscarte la empresa, ¡un lujo, la verdad! Durante la entrevista me preguntaron por varios destinos e insistieron en Portugal e Italia, así que mi sorpresa fue monumental cuando vi ‘Destino: Viena’.

Wow, de primeras me pareció todo un reto y puede que por eso me mandaran a ese destino, porque deje claro que no me asustaban los retos y que me adaptaba rápidamente a los cambios. ¡Y así fue!

Ya de salida para hacer prácticas en el extranjero

Volé a Viena sin saber decir ni ‘hola’ en alemán y volví sabiendo decir alguna cosilla y, sobre todo, ¡con miles de batallitas que contar!

Principalmente, por problemas con el idioma, como el día en el que me emocioné en el supermercardo porque quería azúcar y lo encontré sin ayuda del diccionario y cuando llegué a casa, sí, era azúcar, pero…¡azúcar glass!

Hice un curso de alemán de 45 horas antes de empezar las prácticas, vaya, lo que yo llamo ‘alemán de supervivencia’ y realicé las prácticas en una agencia de publicidad como diseñadora gráfica.

Mis compañeros hablaban inglés, pero el reto era entender los programas de diseño ¡en alemán!

Viena es una ciudad preciosa con miles de planes culturales, actividades, gente joven… No os voy a engañar.

Sin duda alguna, hubiera podido empaparme mucho más de su cultura si hubiera sabido alemán, pero aún así, no me rendí, fui a obras de teatro en alemán, al ballet, intentaba hablar con la gente y bueno…¿qué puedo decir? Viena bajo el sol de primavera es el paraíso y no hay nada igual como bañarse en el Danubio.

Si pudiera volver atrás en el tiempo…¡repetiría esta experiencia!

Y tú, ¿por qué no te lanzas a la aventura?

¡Hacer practicas en el extranjero te aporta mucha experiencia!